miércoles, 30 de abril de 2014

Las mujeres en la oposición

Las mujeres sudafricanas participaron notablemente en los movimientos de liberación y protestas anti-apartheid. Las activistas raramente encabezaban las principales organizaciones, pero tuvieron un papel muy importante. Una de las primeras en crearse fue The Bantu Women’s League, fundada en 1913.
Entre 1930 y 1940 la presencia femenina en los sindicatos era muy fuerte, siendo estos los que evolucionaron en las organizaciones importantes de lucha anti-apartheid. En los años 50 se crearon asociaciones específicas como el ANC Women’s League (ANCWL) o el Women’s Council (Consejo de la Mujer). En Abril de 1954, se fundó la Federation of South African Women (FSAW o FedSAW) con el objetivo de luchar contra el racismo y la opresión que había hacia las mujeres, así como hacer entender que ellas tenían derechos tanto por ser seres humanos como por ser mujeres. Mientras que la mayoría de las activistas luchaban junto con los hombres, participando en manifestaciones y movimientos de guerrilla, FSAW y ANCWL actuaron de manera independiente organizando boicots al transporte público y campañas en contra de la ley de pases. Dos mil mujeres fueron detenidas durante estas campañas y muchas otras fueron obligadas a exiliarse. Después de la Masacre de Shaperville organizaciones como FSAW fueron prohibidas y decayeron.
Por otra parte, las mujeres luchaban contra la desigualdad de género, buscando el reconocimiento de derechos específicos para la mujer, en cuestiones como la familia, los hijos, el acceso a la educación y la eliminación del machismo tanto en lo social como en lo institucional. En una conferencia en Johannesburgo en 1974, FSAW escribió el “Women’s Charter” que estaba enfocado en los derechos de las mujeres y las madres. Pedían la igualdad universal y la liberación nacional. En 1955, en un documento creado para el “Congreso de las Personas” (Congress of People) el FSAW demandó más cosas, incluyendo la educación pública y gratuita, ayudas  para el hogar y unas buenas condiciones de empleo, eliminando el trabajo infantil y exigiendo un salario mínimo.
El reto con el que se encontraban estos movimientos locales era aumentar la preocupación global para tener un verdadero impacto. Las demandas fueron captando poco a poco la atención de las Naciones Unidas y presionaron a la comunidad internacional. En 1954, Lilian Ngoyi, importante feminista de la época, asistió al World Congress of Women que se celebraba en Suiza. Después, en 1975, ANC pudo presentarse en el United Nations Decade for Women en Copenhague. En 1980 se preparó un informe detallado sobre la situación y las exigencias de los movimientos en el United Nation World Conferance. Estas acciones permitieron dar a conocer la lucha de la mujer en el apartheid. 



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